Auxilio entre papeles

On septiembre 18, 2013, in Gestorías, by Gestoría

Creo que he sobrevivido. Creo, nada más… Que si impreso doble T de Hacienda, que si formulario Euro TKSK de la Seguridad Social, que si altas, bajas y medianas… Impuestos, diezmos, prebendas y derechos de pernada… Total, que entre unas y otras oficinas me he hecho kilómetros como para cubrir el Camino de Santiago desde Roncesvalles. Ida y vuelta.

Y, después de dejarme las subvenciones a las que aspire en gasolina, voy y descubro que me podía haber ahorrado tiempo, dinero, esfuerzo y la cara de tonto que se me ha quedado. Esto me pasa por no haberme informado antes. Pues eso, como el anuncio de la tele “Eeee… RROOOOORRR”.

Vamos a ver: yo sabía que existían las gestorías, pero, como las juergas sin resaca y ligar con supermodelos, creía que eran cosas reservadas para otros… Hasta que decidí hacerme empresario.

Un caso práctico

Yo, que soy más listo que nadie. Yo, que me sé las estaciones en las que parar y cambiar de metro entre Barajas y Atocha, yo, ¿no voy a saber darme de alta como autónomo, aspirar a subvenciones y, si se tercia, tomarme unas cañas con el señor De Guindos? Pues no, mira. Y lo del ministro de Economía, menos.

Con lo sencillo que habría sido entrar en la web de una gestoría… Vamos a poner el ejemplo de www.aseido.com. Por nada en especial: es la primera que tenía a mano y, como te puedes imaginar, estoy un poco cansado y de muy mal humor después de haber perdido tiempo y dinero, de modo que señalo hacia donde decide mi dedo.

Precios muy bajos, teniendo en cuenta el esfuerzo que nos ahorran

Pues bien: si entramos en la mencionada página, después de echar un vistazo a los precios, ridículos, si se comparan con el esfuerzo que nos ahorramos (a mí, como autónomo me habría supuesto una cuota de 17 euros al mes), nos informamos sobre qué servicios presta una gestoría:

Insisto: he tomado esta empresa al azar, pero me viene muy bien para ejemplificar la de trabajo que pueden ahorrarnos estos profesionales. Y es que además de crear una empresa, antes o después, necesitaremos asesoramiento y gestión fiscal, consejo laboral, mercantil, y (ojalá no) legal. Aparte, claro, que resolver las cuentas con Hacienda en cualquier otro sentido.

Un buen gestor es un ahorro de dinero y molestias

Pero hablaba de comodidad. Fíjate hasta qué punto es fácil trabajar con un buen gestor: tú les entregas los documentos. A partir de aquí, la gestoría se ocupa de mecanizar la información, presentar las obligaciones en tiempo y forma, elaborar un informe al respecto, guardar resguardos y documentos y permitir su consulta siempre que lo requiramos.

Naturalmente el cliente sólo se entera de primer y último paso mencionados en el párrafo anterior, de modo que se ahorra tiempo de gestión, gastos y molestias para llevarla a cabo, así como espacio donde almacenar (y extraviar) los documentos y recibos.

Enredados por comodidad

Por cierto, y ya que llevamos como quinientas palabras hablando de comodidad, si preguntamos, así, al aire, cuál ha sido el mayor avance en materia de comodidad (vale, y de comunicación, posibilidades de ligue e información irrelevante) en los últimos años, un buen porcentaje de personas contestará que internet. Pues bien: las gestorías también han de saber hacer uso de esta tecnología.

De nuevo, me remito al ejemplo recién mencionado, en cuya página web, además de los teléfonos, podemos hacer uso del chat. En el momento de escribir estas líneas, Cristina, muy maja ella, acaba de levantarse, imagino que porque, como ser humano que es, también duerme.

Al igual que yo, que ya me he puesto en manos de un gestor y me voy a dormir tranquilo… Una o dos semanitas.

 

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